con más palabras que voluntad
pero lo he dicho
tragando la saliva que quise escupir sobre algún rostro
de esos que me asaltan en las noches
que se atropellan en las gradas
de un estadio cualquiera
por algo me dijeron que cerrara los ojos
y que contara hasta diez
mientras la luz
limpiaba la hoja de las cuchillas
y yo me sacudo la caspa de los hombros
por algo lo dije esperando
detrás de la puerta
debajo del techo
a un lado de una chimenea grasosa
ansioso de ver llover sobre las heridas
pasadas cansadas muertas de aburrimiento
quietas en la superficie azogada
de tu espalda y de tu vientre
como si fueras un oasis
en un cementerio de otras pieles muertas
hoy hará frío
y es necesario que me pases esa manta
es raro que nieve a estas horas
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